Así que eras tú
Caleb Arturo Morley, 25 de marzo del 2010 Así que eras tú quien en mí crecía Tú, pequeño de ojos redondos y hermosos Tú, pequeño de manitas raras que se asen de la vida y de mi blusa. Así que eras tú quien en mí dormía y despertaba como ahora, a tiempo y fuera de tiempo, cuando mamá está cansada. Así que eras tú quien daba maromas y pateaba y a veces saltaba por el hipo y me hacía sonreír. Sí, eras tú. ¡Vaya sorpresa! No eres como te esperaba. Pero no importa. Lo que importa es que estás conmigo y que desde que estabas en mi vientre ya te amaba. Y te amo y te quiero, niño sorpresa. Te quiero a mi lado para siempre. Creciendo, durmiendo, Saltando... de ser posible. Y si no, aun así te querré y saltaré por ti. Haré por ti lo que tú no puedas Y seguiré atesorando tu vida.